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martes, 25 de agosto de 2015

PROBLEMAS MÁS HABITUALES EN LA ADOLESCENCIA



Autora: Pilar Estévez Casellas, Terapeuta de APSA.

La adolescencia es principalmente una época de cambios. Es la etapa que marca el proceso en el que el niño se convierte en adulto. Este período de transición tiene sus propias características y problemáticas.

Vamos a hablar directamente de los problemas más habituales en adolescentes, los cuales serian:

Problemas de conducta: Aunque los adolescentes desean que sus padres estén pendientes de ellos y pongan límites claros a su conducta, cuando esto ocurre sienten que se les ha quitado la libertad y que no se les permite ser ellos mismos. Esto da lugar a desacuerdos y a desobediencias por parte de los hijos por lo que los padres se irritan y sienten que no saben que hacer con sus hijos.

Por lo tanto, es importante fomentar que los padres se preocupen de hacer entender a sus hijos que necesitan saber siempre donde están, con quién, que van a hacer…y que es fundamental que los hijos informen a sus mayores de estas cuestiones por su propia seguridad.


Problemas emocionales: Todos los adolescentes se han sentido alguna vez tan tristes que han llorado y deseado alejarse de todo y de todos, incluso considerando que la vida no merece la pena. Estas reflexiones pueden dar lugar a un estado de desanimo que puede esconderse bajo excesos de ingesta alimenticia, dificultades para dormir y preocupaciones exageradas acerca del aspecto  físico.



Problemas escolares: Muchas veces los adolescentes muestran negativas para ir al colegio, los padres han de preocuparse en saber los motivos de este rechazo. Puede haber múltiples causas, dificultad de integración al grupo de los compañeros de clase, puede existir algún tipo de acoso por un compañero,…
Todas estas situaciones harían que acudir al colegio se convierta en una experiencia extremadamente desagradable y amenazadora.
También puede haber problemas de tipo emocional, como estados depresivos, ansiosos o a la falta de confianza en sí mismos para manejar los aprendizajes escolares que se exigen…
Por supuesto, todos estos tipos de problemas afectan negativamente al rendimiento escolar, sin duda es difícil concentrarse en la tarea a realizar con estas preocupaciones.
 
Problemas sexuales: Los adolescentes que son más tímidos  suelen encontrar muy difícil hacer preguntas acerca del sexo a sus mayores. En alguna oportunidad pueden recibir información de sus amigos y compañeros que en muchas ocasiones resulta errónea.

En otras ocasiones, puede ocurrir que las experiencias sexuales las realicen en situaciones que conllevan riesgo de embarazo no deseado o de contagios de enfermedades de transmisión sexual. 

Para prevenir dichos problemas es fundamental que los padres, docentes, médicos de cabecera o centros de orientación familiar, oferten a los adolescentes una adecuada información y orientación sexual.

Problemas de alimentación: En la adolescencia, en ocasiones, se presentan problemas de anorexia o bulimia nerviosa. 

En el caso de la anorexia, el adolescente se niega a comer y se ve con sobrepeso aunque en realidad esté delgado.

 En cuanto a la bulimia, pueden tener sobrepeso o no, pero ellos canalizan sus problemas a través de una ingesta inadecuada de alimentos, esto los desanima aún más y para superar este estado de ánimo vuelven a realizar una ingesta excesiva de comida produciéndose un círculo vicioso peligroso para su salud y muy difícil de controlar. 

Problemas con el uso de alcohol y drogas: Por lo general es el alcohol la droga que con mayor frecuencia causa problemas en los adolescentes. Los padres han de estar atentos a los cambios repentinos y graves que se produzcan en la conducta  de sus hijos ya que pueden indicar algún abuso de estas sustancias.

En general, la mayoría de las dificultades en la adolescencia no son ni graves ni duraderas, pero los adolescentes pasan en mayor o menor medida por alguna de ellas para convertirse en el adulto que deben ser.

 Los padres tienen un papel fundamental proporcionando una base segura a sus hijos. Para ello tienen que estar de acuerdo entre ellos sobre como manejar las situaciones y apoyarse mutuamente.

Los padres son los que mantienen a sus hijos, por eso ellos tienen que decidir cuáles son las reglas del juego aunque a veces estas normas puedan ser negociadas y acordadas con los propios hijos. Han de tener en cuenta ser razonables y menos restrictivos cuándo el adolescente sea más responsable.

Hay que procurar mantener un diálogo fluido y permanente con los hijos así ellos podrán acudir a nosotros las veces que necesiten. Para ello es necesario que se sientan escuchados por nosotros, no evaluados ni avasallados.

Diálogo y escucha atenta, serian los aspectos más importantes para afrontar todos los cambios que se producen en este  momento tan especial de la vida de nuestros hijos.